Hola a todos!!
¿Qué tal todo? Yo muy contenta de contaros el curso que e hecho el sábado pasado! Y como lo prometido es deuda, os traigo muchas fotos!
¿Qué os parece la preciosidad de tarta de dos pisos que hicimos? Es digna de cualquier boda o cualquier evento. Eso sí, esta es de tamaño mini porque la base del piso de abajo es de 15cm de diámetro.
Os recomiendo que si estáis interesados en ir a algún curso vayáis a los que imparte Alma. Son un poco caros y hay que desplazarse hasta Madrid, pero merece la pena. Te sientes como en casa y aprendí un montón de cosas! Fueron más de 8 horas pero se me pasaron volando!
Y también contaros que fui con mi tía al igual que al curso de cupcakes que hicimos en agosto. Es genial compartir esta afición con ella, además justo ese día era su cumple y así lo pudimos celebrar con las tartas que hicimos. Felicidades de nuevo!!!
Empiezo a contaros un poquito lo que hicimos, intentaré no enrollarme mucho ;-)
Después de elaborar los bizcochos con una receta básica de vainilla, mientras se enfriaban, hicimos tres buttercreams diferentes. Elegimos: plátano, fruta de la pasión y dulce de leche.
Estaban muy ricas las tres aunque mis favoritas fueron plátano y dulce de leche y decidí rellenar cada capa de uno de esos sabores, ya que quedaban muy bien juntos.
Y os cuento un secreto... hasta ese momento nunca había probado el dulce de leche...y estaba riquísimo! Que descubrimiento! Prometo cupcakes de ello y de plátano!
Cogemos nuestras tres capas de bizcochos y con la ayuda de la lira las cortamos a la misma medida (en este caso fueron 2,2 cm de altura). Lo mejor es que nos podemos comer lo que sobra jeje
Lo siguiente es rellenar con una espátula nuestra tarta y después poner la capa "cubre migas" por fuera. Lo metemos en la nevera para que se enfrié y poder poner mejor el fondant.
Cubrimos todo con una capa de fondant de unos 4mm: la base donde la vamos a poner y los dos pisos...
Y antes de seguir...a comer! Que hambre!
Lo que hicimos a continuación fue la glasa para decorar nuestra tarta. Es muy sencilla de hacer, solo se necesitan claras de huevo pasteurizadas, azúcar glass y un poquito de agua (y si quieres que sea de algún color, un poquito de colorante). Lo batimos todo hasta obtener una textura como de pasta de dientes.
¡Quiero la KitchenAid! Y en este mismo color, por si alguien me la quiere regalar...
Para pegar nuestros dos pisos echamos un poco de glasa que actúa como pegamento en cuanto se seca.
Elaboramos la peonia con pasta de goma. De aspecto es como el fondant pero se agrieta menos y se puede estirar mucho y hacer cosas más finas. La parte mala es que una vez seco, si se cae o se golpea, se parte en mil pedazos como el cristal.
Yo utilicé este colorante para obtener un color vino precioso.
Con un cortador de formas de pétalos de peonia vamos haciendo todos poco a poco, los pasamos por un texturizador para que sean más reales y los dejamos secar.
Con la ayuda de una bolita de poliespan y un palillo, vamos pegando con un poquito de agua uno a uno los pétalos, empezando de los mas pequeños a los mas grandes.
¡Queda monísima!
Y por último decoramos la tarta con la glasa que hicimos antes. Yo decidí hacer unas perlitas y unas ondas con una boquilla redonda del número 2.
Ponemos la peonia arriba con mucho cuidado y un pétalo como que se hubiera desprendido (lo pegamos con glasa)...
Y un lacito negro en la base para que quede más mono y más cuqui (con ayuda de cinta de doble cara para pegarlo)...
Y voila!!! Tarta perfecta!!!
Estas son nuestras tartas posando para foto! (mi tía uso un colorante mas rosa para su peonía y otro diseño con la glasa, pero queda igual de bonita).
Y por último y para despedirme os dejo la foto de la tarta empaquetada para llegar sana y salva a Valladolid y de algunas cositas que me compré en su tienda...no me pude resistir!
Hasta pronto!!!
El próximo post será una receta irresistible!!!
Muack!!!
Virginia
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